miércoles, 9 de octubre de 2019

a trozos

La culpa como un dedo acusador se planta sobre mi pecho dividiéndome en dos
 ¿ahora quien soy?
me define la mirada del otro porque estoy falta de personalidad,
eso me hace sentir tan mal,
que fantaseo con romper todos los espejos de mi casa.
No puedo disfrutarme porque otros me han disfrutado antes,
el derecho de amarme me ha sido robado.
Es que ¿como adorar y ver bella una fruta mordida que se esta pudriendo?
¿Que puedo disfrutar de mi?
¿Quien querrá a alguien como yo?
Parece imposible quererme cuando todo lo que amo es externo a mi, material.
Sirviendo mi propio cuerpo de herida abierta, expuesta, me cuesta creer que hubo un tiempo en que fui dichosa, no tengo esos recuerdos,
pero tampoco intento recordar aquello que tuve y que ya no se como conseguir,
incluso he creído que me odio, quizás no este tan lejos de la verdad.
Pero este espejo roto y yo ahora si tenemos algo en común,
ya no una imagen deteriorada y triste que no puede verse a los ojos,
ahora somos uno, en pedazos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario