viernes, 23 de enero de 2015

No puedo.

Me duele mucho mi estomago, o mejor dicho: tengo las tripas revueltas. Mi cabeza no escucha nada porque es la segunda parte de mi cuerpo que me duele, y así empiezan siempre estos momentos que ocurren con frecuencia, comienzan con:

Nauseas.
Dolor de panza.
Dolor de cabeza.
Ganas de llorar.
Sentir que voy a vomitar.
O, en su defecto, ausencia de sentimientos.


Pero estoy acostumbrada a eso, ya que normalmente suele ocurrir como mínimo una vez al mes.

¿Su origen?
Mis recuerdos.
Ese lugar en el que no puedo hacer nada y no puedo moverme, donde me veo y ya se que va a pasar porque repetí esa escena en mi cabeza mil veces por noche. Mis recuerdos, un lugar donde ni yo ni nadie de acá afuera puede actuar, donde estoy yo... donde no se si soy yo pero me veo, donde no importa cuanto quiera o trate de hacer. Yo no puedo cambiar el pasado.
Y nadie puede.
Así que porque afligirme ¿No?
Eso es por lo que tanto he estado luchando durante tanto tiempo, tantos años. Leyendo cosas incansablemente, informándome a cerca de mi, de el, de mi situación y de que puedo hacer para hacer que mi pena sea imperceptible en mi vida, donde trato y trato y trato ferozmente de aceptar lo ocurrido y no volver al punto de partida nunca mas...
Pero no puedo cambiar mi pasado.
Así una vez al mes, minimamente, lo observo con un sabor agrio en mi boca que siempre me recuerda que hice lo que pude...
pero fui tan débil.




No hay comentarios:

Publicar un comentario