lunes, 5 de enero de 2015

Después del amor.

Cuando sonreís yo sonrió, cuando me ves yo te miro, cuando te reís yo me río y todo el día parece sonreírnos.
Y luego solos.
Solos.
Y quien sabe si en algún momento reímos y sonreímos. El día nos llueve sobre la cabeza, la casa comienza a desmoronarse a pedazos, las calles que caminas parecen barro entre tus dedos y el sol sofocante te mantiene quieto en el lugar del que quieres huir.
Por eso yo me aferro a vos, que cuando te miro no sonreís pero tampoco lloras, y es por eso que vos te aferras a mi, porque yo no sonrió y tampoco lloro, un abrazo... dos abrazos... tres abrazos...
y reímos mientras lloramos.
Amor, no hay forma de describir los primeros meses que pasamos juntos, felicidad pura, tu felicidad, mi felicidad, y luego vos, el real, el que llora y se pone triste, y yo, la real, la que grita y llora mucho, pero así somos, y así seremos el resto de nuestras vidas, por eso cuando llores ten por seguro que yo consolándote también llorare, porque a mi no me importa si tenes un problema acá o si tenes un problema allá, yo te conocí frágil y fuerte, yo te vi poderoso y dulce, yo desee ser tu fuerza y tu debilidad, no importa que tan solo quieras o pienses que necesitas estar... yo SIEMPRE voy a tener un abrazo para tu corazón.




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