Mirarla me dolía.
Siempre que sentía que mi mundo se hacia trizas, solía ayudarme a mi mismo pensando que hay millones de personas en peores situaciones que la mía y eso siempre ayudaba a sentirme un poco mejor.
Pero hoy no, no hay persona que este sintiéndose peor que yo.
La amo. No hay día que no piense en ella, no hay forma en la que yo pueda olvidar como me acariciaba el pelo cuando estaba feliz o como besaba mi frente si estaba enfermo.
Tenia tanto amor para darle que ahora se esta acumulando entre mis pupilas y no me deja ver por donde voy caminando, no se que hacer con toda esta desesperanza que me corrompe el alma y destroza mi cuerpo. ¿Donde estas? Y no hay respuestas, en esta habitación no hay aire que me alcance sin tu voz, no hay ser en el universo que pueda contener este dolor.
Me duele tanto no poder abrazarte ahora mismo... ¿Que esperan de mi? ¿Que me quede sentado llorando como un idiota? ¿Por que están todos tan expectantes viendo mis acciones? Acaso esto es porque soy el viudo ¿no? Pero voy a entenderlos, a ellos también les duele tu partida aunque me hayan estado viendo como quien mira una telenovela. Por favor, señoras, me parte el alma que quieran que las acompañe a ver ese cuerpo sin vida que ya no me mirara nunca mas, que jamas me dirá que me ama con su vida entera y que nunca mas tomara mi mano. No me hagan ir a verla, por favor, estoy cansado de llorarle a un ataúd que no me devuelve ni si quiera un beso de despedida, mi amada ya no se encuentra ahí.
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