jueves, 19 de noviembre de 2015

My happy ending.

Había una vez, una princesa
que esperaba su cuento con impaciencia.
Veía día a día como las demás entraban 
por aquella puerta por la que tanto tiempo habían estado haciendo fila
y parecían no regresar jamas.
Pero allí estaba ella, junto con millones de princesas que esperaban su turno
para ver al príncipe, para vivir en su castillo, para contar su cuento.
 Soñaba que su amor salia por aquella puerta y ante el asombro de todas 
pedía su mano. 
Y mientras ella pasaba sus días soñando, en uno de ellos se vio frente a la puerta.
Era de madera, vieja, tenia arabescos en ella, "debía esconder un secreto hermoso"
pensó la princesa, y cuando su nombre fue dicho por alguien del otro lado
de la puerta, titubeo, había estado esperando tanto por aquel momento que ahora
no podía creerlo. Mantuvo la calma y aguanto la respiración, puso toda su mano sobre
el picaporte y esperando lo mejor, abrió la puerta.

-"Princesa."
Se oyó en la habitación, pero no había nadie, estaba completamente oscuro, 
se olía a quemado y la princesa se percato de que la cola de su vestido estaba prendido
fuego, grito pero nadie parecía saber que ella estaba allí. Trato de apagarlo ella misma
pero el fuego no desapareció hasta que su vestido( y su ropa interior) se desintegraron por
completo.
La princesa lloraba.
-"¿Por que lloras? ¿Que haces aquí? ¿Que buscas?" 
Le preguntaba alguien, pero la princesa solo pudo responder con un sollozo.
Y luego lo inevitable, en cámara lenta, una mano sale de la oscuridad en dirección 
a la princesa. ¿Que mano sera? Una mano de un verdugo, o la mano de mi príncipe? 
Se pregunta la princesa, pero la respuesta le llega a la vez que una bofetada
que deja el lugar lleno de lagrimas y de una sensación de estar muriendo.
La princesa no esperaba nada de lo que ocurrió ¿este era su cuento? ¿ese era su final?
pero no llego a plantearse otra duda, porque un beso le borro las lagrimas de su
boca, la princesa solo sentía, pero no podía ver nada. En un intento vano por
ver, abrió sus ojos aun mas, y así, logro despertar.
-"Ah, princesa." Un hombre le sonreía mientras acariciaba la mejilla que había sido abofeteada. 
Y la palabra "príncipe" se desvaneció de su memoria.
Quizás porque se dio cuenta que no existen.
Quizás porque su príncipe jamas llego. 
¿Pero quien lo espera?
Ella ya no. 


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