miércoles, 25 de noviembre de 2015

-¡No huyas cobarde!
Pero mis pies no podían detenerse. ¿Cuanto tiempo mas deberé correr así? No importa, tengo que llegar a un lugar donde pueda resguardarme de esta lluvia. A veces siento que quema mis hombros, el dolor se siente tan real que quiero dejar de correr para ver si mis hombros están bien, pero no puedo parar, ya no. "No huyas" oigo entre las sombras, pero ¿de quienes son estas sombras? ¿mi familia? ¿mis amigos? ¿mis sueños? Siento decepcionarlos, yo solo aprendí a correr. Mis piernas ni si quiera sienten el suelo bajo ellas, solo el viento, el olor a tierra mojada y la lluvia inundan mis sentidos.
Quiero llegar, necesito llegar no se a donde pero cualquier lugar sirve. Esta lluvia debe detenerse, me lastima, corroe mi cuerpo y me hace querer detenerme pero no quiero eso para mi, no es lo que necesito, yo solo debo seguir corriendo.

¿Y cuantas cosas estoy dejando atrás?
¿Acaso hay algo detrás? 
Mis pies... pesan. 
¿Acaso hay algo después de mi existencia?
¿De que me estoy escondiendo? 
Ya no puedo correr... 
Ah, quizás sean las sombras de todos aquellos a los que he defraudado, nunca pude mirarlos a la cara. Perder no esta en mis planes, lo hago por ellos, si no lo intento entonces no puedo perder... aunque el que no intenta tampoco gana ¿No?
¿Que debo hacer?
Yo no puedo mas, a quien quiero engañar... siento que... quizás esta lluvia por fin... pueda llevarse mi cuerpo lejos de aquí.



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