domingo, 17 de abril de 2016

Para que entiendas la diferencia.

Un día, peleamos. Fue la cosa mas estúpida por la que dos personas puedan darse el lujo de pelear, pero ocurrió, me enoje, se enojo... espere que me gritara, que me dijera cosas feas. Pero solo susurro diciéndome "hace lo que quieras". Me di cuenta que hasta había pronunciado esa frase con miedo a ofenderme, a que yo me enojara mas con él. Lo mire porque no supe como reaccionar, sobre todo porque yo si le había estado gritando. Inmediatamente me dio lastima haber esperado que me tratase mal y que me susurrara algo así, sin maltratarme, sin decirme que era, lo que verdaderamente soy, una idiota.
Esa fue la primer y ultima vez que peleamos.
Hubo un día en que habíamos quedado para juntarnos en mi casa, vino y al subir a mi pieza me encontró llorando tirada en el suelo con grandes preguntas sin respuestas rondándome en la cabeza, preguntas que me lastimaban... el solo se me acerco y se recostó al lado mio dándome mimos, preguntándome que me pasaba, besándome a cada rato. Y cuando me digne a decirle que me ocurría, solo me miro prestándome toda su atención, sin pensar que estaba loca o que era melodramática, me abrazo y me mimo hasta que me calme. Sonreí, como cualquier chica que acababa de ser salvada por un príncipe haría.
Y cuando le conté el hecho mas traumatico que me ocurrió en mi vida, al verme llorar, me abrazo.
Si, vos ¿Podes creerlo? ¡Me abrazo! No me pregunto porque había pasado, como, ni me juzgo, trato de darme responsabilidad en aquel hecho, ni siquiera hizo comentarios hirientes o dijo que no me creía.
¿Podes creer que alguien tan diferente a vos exista?
Existe. Y te sorprenderías al ver la persona que soy cuando estoy al lado de él.
Vale mas que todo el oro del mundo.
Yo lo se... y vos también lo sabes.






No hay comentarios:

Publicar un comentario