jueves, 25 de agosto de 2016

Mas que escribir, me estoy confesando.

Quería decirle antes de que muriera
que no tenia nada en contra de su vida
y que mi tumba quizás va a estar mas llena de rencores sin decir
que de coloridas flores
pero lo perdono.
Quería preguntarle una ultima vez ¿por que?
quería decirle que me había roto el corazón
quería que supiera que había sido
el monstruo del que jamas me habían hablado antes,
el monstruo silencioso, al que aun le temo
peor que cualquier hombre de bolsa,
peor que cualquier fantasma.
Quería decirle en la cara
casi susurrándole
-porque el miedo punza-
que lo perdonaba.
Que mi corazón estaba haciendo el esfuerzo mas gigante
que nunca en su vida hizo
para perdonarlo
y que con cenizas entre mis manos,
lo hacia, pero por mi,
para poder seguir viviendo en paz,
para poder mantener mi naturaleza de nunca devolverle ninguna
a nadie que haya errado en mi nombre
porque ninguno de sus actos fueron en contra mio
porque no tenían razones para odiarme,
sus actos fueron hechos a un otro que no podían herir
a través de mi
(como yo alguna vez seguramente he hecho.)
Te perdono con lagrimas en los ojos
-porque aunque no te este viendo, estar frente a tu tumba me hace sentirte cerca,
me hace sentir amenazada-
pero allá donde estas ahora
nunca vas a poder alcanzarme.
Te perdono.
Lo hago porque no quiero terminar
con el corazón herido, lleno de nada, vació como el tuyo,
no quiero estar resentida con la vida,
solamente quiero vivirla.
Me queda desterrar las marcas que sus dedos
dejaron esparcidas por mi cuerpo
y encontrarles un nuevo lugar
quizás en las llamas de algún fuego.





No hay comentarios:

Publicar un comentario