domingo, 28 de septiembre de 2014

Una distancia ínfima entre tus ojos y mis ojos.

Hay una llamarada en lo profundo de mi que grita tu nombre, que quiere alcanzarte y quemar todo tu cuerpo para convertirte en cenizas como lo hace el mio cuando te veo llegar. Tus latidos son un arma mortal, a veces no entiendo muy bien porque me abrazo a tus dedos si se que luego voy a morir cuando alguno de ellos roce finamente mi enamorada espalda que espera la noche porque sabe a que hora llegas a besarla, pero lo acepto, yo amo morir en tus brazos.


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