lunes, 28 de diciembre de 2015

Todas mis lunas de tus noches

Llegaste sembrando la vida en lo inerte
amando de a poco
cada pedazo de mi mente.
Mis botones desprendiste,
me hiciste delirar mas de mil veces
en una sola noche
con el tacto de tus palabras.
Las veces que decías mi nombre
antes de nosotros,
parecía una blasfema
de esas que queman tu estomago,
pero ahora me alegro
cada vez que oigo
que mi nombre se ha convertido
en tu gemido,
ahora puedo decir que
cada vez te escucho mas fuerte
y mis ojos se salen de sus órbitas
esperando que repitas a viva voz
todo lo que estas sintiendo,
con mi nombre sobre tu pecho.
Detengo mis pensamientos
no se ni donde estoy cuando te tengo,
cada vez duele menos que ayer
y mis sentimientos se van... corrompiendo.
Las escaleras se incendian,
estamos solos y no te puedes ir
que mas querría yo para mi
que te quedaras toda la noche
atrapado en un sin fin
de piernas y sabanas.
La cama da vueltas,
y tu espalda...
iría al mismísimo infierno bailando
por poder tocarla.
Reviviendo el tiempo a besos,
el calor de tu cuerpo,
volviéndome loca con tu mirada
con el sube y baja de tu pecho...
Me enervas,
me desarmas,
y me conviertes en una mujer
digna de disfrutar lo que es vivir
con un hombre de tu calibre.








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