martes, 22 de noviembre de 2016

El huracán de la ciudad.

Su gente acelerada.
El sol perdido (casi abandonado) detrás de edificios.
Luces brillantes que molestan y marean.
Sonidos irritantes.
El olor nauseabundo a humo.
Viajes en micros atestados de gente.
Autos yendo a gran velocidad,
cruzando en rojo,
tocando bocina a cualquier peatón
también apurado por cruzar.
Gente que camina sin prestar atención
(que ya han olvidado que era mirar al otro)
chocando y tropezando
con un celular en sus manos.

Y entre el alboroto
una pareja abrazada y
a los besos entre palabras de amor.
La gente pasa caminando rápido por su lado, sin mirarlos,
y ellos quietitos, juntos
deteniendo toda la ciudad por un abrazo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario