martes, 28 de octubre de 2014

Lo que le hace el amor a los cuerpos

Voces teñidas de amor y allá vamos de nuevo, siempre el mismo tren y la misma estación. Miren, miren nuestras caras mientras somos absorbidos por nuestros propios cuerpos unidos que solo tienen ganas de estallar. Esas bocas que nunca dijeron ninguna palabra con el tono con el que ahora intercambiaban gemidos que hacen cosquillas en el cuello del otro. Las manos perdidas entre tanta piel y sin estación ni parada, gracias a ellas, tus manos, yo he sido capaz de sentir que dentro de mi ser corría un mar de sensaciones, un mar que con el mínimo roce de tus cabellos en mi cara podría evaporarse completamente. Y tus ojos... ellos miran y contemplan. Vos crees que no te ven pero ellos observan la nada y el todo, cuentan estrellas y las bajan para ponerlas justo en la yema de tus dedos, allí donde saben que no puedes reaccionar. Esas estrellas que bajas hasta mis dedos no son mas que descargas eléctricas que dejas en mi piel mientras me besas. Y estallo. Nunca supe que es lo que estalla, si mi corazón, el tuyo, si nuestras vidas se eclipsan y unen una vez que ocurre, pero algo pasa dentro de nosotros que en aquel momento somos uno... estalla. Y sonríes y sonrió; y se siente tanto calor en el aire...


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