La muerte se encuentra errante entre tus labios y me liquida cada vez que la visito-y suele ser seguido-, envuelve mis ojos y los lleva a un laberinto. Ciega, perdida y con cierto deseo de que eso no cambie, que no te distorsionen mis manos. Vos no te pierdas, para guiarme hasta tu sonrisa que quema y duele, me gusta y quiero para que me haga feliz cuando no encuentre la mía ni si quiera en las fotos. Quédate conmigo. Eso no implica que debas quedarte, implica que me lleves con vos a cualquier lado, aunque ese lugar sea una calle desierta y triste, aunque ese lugar sea una cama caliente.
Me vas a matar, y no sabes cuanto quiero que lo logres.
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