lunes, 24 de agosto de 2015

A veces se escuchan gritos, golpes en las paredes, suplicas... y después silencio. Un silencio de sepulcro, uno de esos silencios que hacen que la piel se erice, esos silencios que solo dejan un frió intenso.
¿Donde están?
"Desaparecidos." Dicen las malas lenguas. Respuesta que a las miles de millones de lagrimas no les sirve.
¿Donde están?
Pero nadie sabe. No tienen respuestas. ¿Donde están? Esa es la pregunta que todos nos hacemos.
Y si no están, entonces ¿Donde puedo volver a encontrar esas sonrisas? ¿Donde puedo volver a oír sus voces, sus risas, ya no sus llantos y sus gritos? ¿Donde puedo verlos andar por las calles sin miedo a la muerte?
Pero nadie sabe. No tienen respuestas ¿Donde están? Un país entero reclama sus vidas, y si no, sus cuerpos, y si no, la verdad, un ultimo suspiro, algo que pueda hacernos saber que fue de aquellos que podrían hoy ser nuestros padres, nuestros hermanos, abuelos, nietos, primos.
¿Donde están?
Ocultos... quizás porque su rostro les recuerda la identidad que jamas volverán a tener, quizás porque el miedo los hunde en la tristeza, quizás porque no recuerdan que la vida puede ser mas que todo el dolor que han sentido, quizás porque no tienen esperanzas de que alguien pueda ayudarlos porque perdieron la esperanza en este mundo. Quizás porque están esperando otro para irse aun mas lejos.
Pero en nuestros sueños, ellos siguen luchando, siguen viviendo, siguen cantando.


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