viernes, 21 de agosto de 2015

Una estrella cubierta de cenizas,
que invade mis sueños y pesadillas.
¿Donde quedaron todos los comienzos que teníamos?
¿Cuantas flores marchitaste con tus gritos?

¿Cuantas veces has olvidado mi nombre y has decidido usar un adjetivo?
No era suficiente para vos.
Y ahora se que la nieve quema tanto como el fuego mismo...
o incluso peor.

La imagen de tus alas rotas invadió mi mente durante mucho tiempo.
No he podido divorciarme de ella aun,
pero a veces, la sensación de tocarlas es tan clara como el existir.
Aunque existir sea la muerta y tus alas una mentira.

Yo viví por ti,
casi tanto como he podido.
Tuve la sensación de morir a veces,
de dejar de existir en mi para volverme, por siempre,
eternamente tuya.

Pero no, porque me di cuenta de mi latir.
Aunque haya sido tarde.
Aunque me he pasado media vida creyéndome dormida.
Aunque las horas a tu lado solo hayan sido horas muertas.

Todavía tengo tiempo,
puedo arreglarlo.
Puedo comenzar a vivir hoy mismo, mañana,
si es que no he comenzado aun...

Tu solo espera,
me veras crecer cada día,
veras en mis ojos la aurora, alguna ánima.
Pero ya estarás enterrado en la arena hasta el cuello.

Ya no podrás herirme.
Y lo se porque escucho tu nombre,
y ese nudo que antes se formaba en mi corazón
ha desaparecido con el invierno que habitaba en tu voz
cada vez que decías mi nombre.



No hay comentarios:

Publicar un comentario