jueves, 6 de agosto de 2015

Me aferre a su mano con fuerza, como si quisiera aferrarme a sus palabras: En ese momento, donde confesé que sentía inseguridad sobre mi misma, él utilizo esos irrepetibles ojos para mirarme con fuerza, duda y después decirme con su brillante boca: "Te amo, muchísimo." Me aferre a su mano con fuerza, como si quisiera que mis pensamientos solo se inundaran de él dejando que todo aquello que me duela se desvanezca en el aire, como si nunca hubiese existido.



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