marzo-abril 2020 // escribir sobre amor, ugh

 Escribir sobre amor siempre se me hizo difícil. 
Las personas suelen describirme como alguien cariñoso, tierno. 
No me siento tan identificada con eso,
siento como si una polaridad negra se pudiera extender sobre mi, bien adentro,
sé que es algo interno y que
probablemente pocas personas puedan verlo.

Como decía, a mis ojos es diferente,
no puedo expresar con mis conocimientos algo tan puro
y cuando me esfuerzo un poco por hacerlo, 
parece ser algo gomoso,
pero cuando me dejo llevar y le pongo mi impronta,
no termino escribiendo solo sobre el amor. 

Muchos han tenido la experiencia de ser amados
y asociar el amor a ese tipo de trato,
mientras que en mi caso yo tuve de ejemplo el abandono constante, cortante y doloroso.
Un frió silencio.

Si las personas que se supone deben amarte
solo te abandonan y te tratan con frialdad
¿serias capaz de admitir que no te aman?
¿o te seria mas fácil mentirte, creyendo que eso es el amor?

Cuando escribo sobre el amor
termino asociándolo a algo que me genera dolor, me incomoda, o no termino de comprender.
Pero eso es ver solo un lado de la moneda, 
eso me deja parada en un lugar desolador,
yo no amo a los demás con ese atisbo de violencia,
y ahí encontré mi verdad. 

El amor es, como yo lo expreso, y no lo que los demás me hicieron creer que era,
ahora si puedo decir que me siento amada, pero también puedo aceptar que antes no lo fui.
Sé que amor, es lo que siento cuando quiero hacerle un bien a alguien,
cuidar de mis palabras para no herir a quien me escucha,
escuchar atentamente a alguien mas cuando me cuenta algo, 
hablar sobre como nos sentimos, ser sincera siempre (sobre todo conmigo). 

Esa es mi manera de cuidar a los demás

y a mi misma.

Ese es el único amor que conocí a tiempo.

Y ahora que me veo sé
que amor es no rendirse
pero mas que nada,
amor es saber cuando irse. 

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