viernes, 25 de julio de 2014

Veni, volve, veni. //Respuestas que quiero y dan miedo.

El era como una caja sorpresa, como la del gato ese que se pasa la vida sin saber si esta vivo o muerto, ronroneando en mi espalda, susurrando con la sonrisa, pasando delante de mis ojos esperando una mirada o una palabra. Y es que estoy tan enredada que siento que ya hasta llega a doler, la cuerda quema pero soy yo quien la jala porque no soporto la espera de una respuesta aunque yo ya sepa que esperar es lo mejor y que esa respuesta sera la que me salve de lo que yo pueda causarme o causarle a alguien mas y lo peor de todo es que te reís y te rebota la risa como un millón de besos sin recuerdos y canciones para el sueño, manos congeladas y el sabor de un nido de secretos, pero no había nada que se nos escapara, siempre había algo mas que decir sin necesidad de decirlo, y de esta forma es imposible que quiera esperar, incluso imposible querer dejar de dudar.


No hay comentarios:

Publicar un comentario