lunes, 1 de diciembre de 2014

Un poco sobre mi después de mucho vos.

Una vez escribí y dije que seria la ultima, pero no creo que haya sido así, sobre todo porque ahora mismo estoy por desmentir lo que alguna vez dije. Pero ya no escribo desde el dolor, mucho menos desde el amor. Ahora escribo sobre mi después de vos desde el punto de vista de la experiencia ganada y mis ganas de escribir... eso no hace que esto sea menos verdadero.

Deje de ser real con vos. Ya era suficiente con que jamas preguntaras como me sentía el día de hoy, estar al lado tuyo y verme sonreír te bastaba, pero la gente miente, yo mentía. Lo hacia porque creía que eras lo suficientemente maduro para entender que las sonrisas a veces están colgadas de un hilo viejo y sucio. Y yo a veces estaba bien. Pero a veces necesitaba con fervor que te dieras cuenta que no, que hoy no estaba del todo bien. 
Las verdades que solía decirte se convirtieron poco a poco en mentiras, la monotonía del "Te amo" que te decía se rompió en pedazos cuando me di cuenta que lo decía sin sonreírte, y ya era tarde, ya no quedaba ni un poco de lo que antes era realidad. 
Cada uno de esos momentos que soñé a futuro al lado tuyo los elimine de mi mente, cada pequeño sueño se junto a otro y así formaron un tornado en mi cabeza, nada quedaba y yo, sinceramente, ya nada quería. 
Me falle mil veces a mi para no fallarte a vos, así que cuando me di cuenta que toda yo había cambiado me pedí disculpas mil veces, una por cada vez que me mentí y me engañe a merced tuya y por tu causa, por cada cosa que amaba de mi y cambie a tus gustos, incluso aquellas situaciones en las que jamas dije una palabra pero cada segundo me dolía.
Mi alma ya no le pertenecía a mi cuerpo, mi voz quebrada y espinosa olvido cada silaba y cada palabra, mi cuerpo se volvió inestable y transparente. 

Al día de hoy aun trato de encontrar todo eso que elimine de mi. Estoy tratando de olvidarme todas las cosas que me repetí una y mil veces para transformarme en aquella persona que pudiera aspirar a, aunque sea, uno solo de tus latidos. Quise recetearme tantas veces que olvidaba que era lo que quería recetear. Yo sigo acá, acá donde no podes alcanzarme nunca mas, acá donde ahora me encuentro con mas facilidad, acá en este lugar acá, justo acá, no se si abajo, arriba, a la derecha o a la izquierda. 
Pero estoy acá, acá donde vos nunca mas vas a estar. Acá donde yo nunca mas voy a querer que estés.

Y eso me hace sentir muy bien, me hace sentir que puedo volver a ser yo algún día, me hace sentir que nunca mas voy a sentir la necesidad de mentir. Quizá el acá del que estoy hablando sean otras manos y otra voz tenue que llore mas que yo.

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