sábado, 16 de enero de 2021

19 Nov / m

 En el día eterno que se repite, en un bucle inconsistente de emociones pasajeras y pequeños atajos,

quizás encontré algo después de irme tan abajo,

algo precioso y brillante, cegador quizás.

Me emociona despertar en otro día donde el sol aparece a iluminar,

sentarme a desayunar tu voz ronca y algunas palabras necesarias.

Esta cercanía que siento, a veces tan distante y directa,

como si me dieras espacio para poder entender un poco mas la lentitud de la circunstancia 

y mi extraña manera de quererte.

Estamos unidos de alguna forma extraña al mismo karma.

Y no se que seremos mañana, ni me interesa saberlo,

tampoco se que somos hoy, 

pero quiero intentarlo porque este sol me empuja desde atrás con suavidad 

y me invita a ver todo con otros ojos, 

a escuchar voces diferentes a la mía, no mejores, solo diferentes,

a entender que yo también deseo salir corriendo.

Pero no hay apuro sabes, no hay apuro por nada,

no importa si mañana deseo morir de nuevo,

si el sol no vuelve a salir,

si mañana ya no te tengo,

yo todavía quiero estar ahí,

quiero ver ese mundo donde no estés y este mundo donde yo renazco de nuevo.

 


No hay comentarios:

Publicar un comentario