Soy mi propia cárcel y vos mi desdén, mi propio encierro que solo es libertad cuando te ve llegar y te toma, y te toca, y de alguna forma y fuera de la vida soy capaz de besarte con placer y sin temores, como un torbellino, como una tempestad.
Realmente no se que es lo que me espera y si podre llegar a mitad de camino, aunque sea... pero algunas cosas no tienen remedio, no tienen cura, y tengo bien claro que mi sol y mi luna siempre son una, que tu tenue silencio me transforma y me hiela, pero cuando tengo tu calor sobre mis manos y encuentro en tu rostro lo que estoy buscando... el alma se me desintegra... el borracho de la plaza se vuelve un hombre sabio, las manos se me llenan de caricias, de los ojos me brotan flores y mi corazón tiene tantas ganas de gritar que te ama que hasta me llena la cabeza de sueños donde lo digo, donde sonreís y donde el sol jamas, jamas quema ninguna piel, donde mis sentimientos se pueden gritar porque no tengo miedo y donde solo te limitas a sonreír y eso es todo para mi ¡Es todo! Y entiendo que te quiera tanto y te entienda tan poco, porque a pesar de muchas cosas aun soy una niña y claramente te querré como una niña y lo diré sin tapujos si preguntas porque nunca negare lo que siento y porque de todas las debilidades de mi corazón te estas haciendo una.
Yo no comprendía porque se me erizaba la piel cuando sonaban tus canciones o porque lloraba de vez en cuando, tal vez lo sabia y no quería aceptarlo, pero ahora que lo acepto o lo se, tengo tantas ganas de decirte que te quiero que el corazón se me hará trizas si no lo hago, que se me caerá el cabello y las lagrimas me quemaran tanto el rostro que no querré volver a verme jamas...
ahora se porque se me eriza la piel cuando escribo sobre vos...
y se me adormece el cuerpo...
y cierro los ojos...
y mis manos se elevan y tratan de llegar al techo, al cielo...
y tengo en el odio derecho toda tu música...
y se me salta el corazón del pecho...
y tengo las lagrimas cayendo...
y una sonrisa soleada en la cara.
Nada costaría decirte si preguntas porque se eriza la piel de mi espalda, no podría no decirte que me dan miedo las ganas, o porque sos ese fuego dorado que se extiende en toda la oscuridad...
y no se si te amo, seria muy apresurado...
pero todo a mi al rededor me dice que si, incluso el hecho de estar temblando y de que sonría a la vez, todo, incluso el sueño mas gracioso... y porque se que los niños no mienten.
Tengo ganas de ser yo ante tus ojos una vez mas.
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