martes, 20 de mayo de 2014

Yo que no puedo besarte, te verso,
y es que a veces un juego de palabras deja de serlo, 
para ser la explicación de la imposibilidad del suceso.
Que a veces las ganas quieren, pero la distancia no,
y que casi siempre el mar se lleva lo que ni si quiera fue,
para uno, para tres, para miles, para dos.
Dos deditos de distancia en un mapa que no cambia.
Como Erostratos soy, tan solo por abrazarte;
que belleza muda, no es otra cosa que pensarte...
Y que no hay mayor catástrofe que escribir poemas para una ausencia,
que no suple nada, excepto tu nombre, y un...


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