Tus manos tan cerca de mi manos...

y vos tan lejos.

Es que a veces no logro engañarme y caen mis defensas, sucumbo a lo que sea que llegue con tal de perder la cabeza en otro pensamiento pero a veces me revuelco tanto sobre lo mismo que vuelvo a darme cuenta rápidamente de mi propio engaño y de mi sonrisa que no es.

A veces no puedo no querer, no puedo escaparme solo un rato y pensar que estoy contenta así y que esta sonrisa es mas tuya que mi, yo lo entiendo, pero a veces simplemente no... 

no puedo tenerla en el rostro porque te la quiero dar. 

Y esa pelea constante que llevo dentro a veces me gana la pelea y duermo mal con ese pesar en el pecho y deseo aunque sea en un sueño poderte abrazar de verdad.