martes, 28 de octubre de 2014

Que ocurra lo peor, pero siempre con vos.

Que se mueran todos los animales y las flores, que la oscuridad se trague todos los colores.
Que la luna frene su andar y se muera al llorar.
Que caigan rayos y se divida en dos la tierra, que caigan aviones y piedras.
Que la tierra se incendie y no puedas andar, millones de rompecabezas que no podrás armar.
Que la calesita empiece a marearte los sentidos, que el payaso del circo se vuelva tu único amigo.
Que las estrellas se apaguen y no sepamos si hay algo mas allá.
Que el dolor se vuelva el único sentimiento que el humano pueda recordar.
Que los libros ardan en millones de historias viejas que nadie quiso leer, que cada escritor muera de sed.
Que las risas se vuelvan un chillido ensordecedor, que toda felicidad se fraccione en dos.


Pero no me dejes de besar, por favor. 
Que cada una de esas desgracias empiezan a oler un poquito a felicidad 
cuando te imagino alejándote...
Así de tanto te quiero.




Lo que le hace el amor a los cuerpos

Voces teñidas de amor y allá vamos de nuevo, siempre el mismo tren y la misma estación. Miren, miren nuestras caras mientras somos absorbidos por nuestros propios cuerpos unidos que solo tienen ganas de estallar. Esas bocas que nunca dijeron ninguna palabra con el tono con el que ahora intercambiaban gemidos que hacen cosquillas en el cuello del otro. Las manos perdidas entre tanta piel y sin estación ni parada, gracias a ellas, tus manos, yo he sido capaz de sentir que dentro de mi ser corría un mar de sensaciones, un mar que con el mínimo roce de tus cabellos en mi cara podría evaporarse completamente. Y tus ojos... ellos miran y contemplan. Vos crees que no te ven pero ellos observan la nada y el todo, cuentan estrellas y las bajan para ponerlas justo en la yema de tus dedos, allí donde saben que no puedes reaccionar. Esas estrellas que bajas hasta mis dedos no son mas que descargas eléctricas que dejas en mi piel mientras me besas. Y estallo. Nunca supe que es lo que estalla, si mi corazón, el tuyo, si nuestras vidas se eclipsan y unen una vez que ocurre, pero algo pasa dentro de nosotros que en aquel momento somos uno... estalla. Y sonríes y sonrió; y se siente tanto calor en el aire...


jueves, 23 de octubre de 2014

Arboles:Instrumentos del viento.

Hace mucho tiempo, en el primer cuadernillo que me compre, escribí:
"(...) Mientras mas me abrazan mas me duele..."
Y después, sus manos se atrevieron a entrelazarse atrás de mi espalda, se soltaron y quedaron abiertas sobre alguna parte de ella, luego de unos minutos así, en silencio, comencé a preguntarme donde estaban aquellos choques de electricidad que rompían mi pecho en dos cuando me abrazaban. ¿Donde?
Todo dolor se distendió y se alejo de mi cuerpo, lagrimas calientes comenzaron a brotar una a una, despacio y en silencio (para no romper el momento). Mi cuerpo se fue lejos. Ya no pensaba en nada y solamente me deje estar ahí, quise quedarme así para siempre aunque sabia que en algún momento sus brazos se debilitarían y terminaría por quitar sus manos de mi espalda, pero no quería que eso ocurriera, y ojala pudiera haber hecho algo en ese momento, como besarlo despacio y con miedo o mirarlo a los ojos...
pero solo podía concentrarme en sus manos y mi espalda.
No quería que viera mi cara así que la escondía en el fondo de su ropa o en su hombro; se había ganado gran parte de mi corazón en un abrazo, mi cara sentía un ardor de mil demonios que se extendía muy lentamente por el resto de mi cuerpo, flotaba, soñaba, no sabia donde estaba. Pero ahí estaba el y sus manos en mi espalda, sosteniéndome, yo y mis manos en su cabello queriendo absorberlo para que su cuerpo se pegue al mio (Así de desesperada estaba) para ser una misma cosa, un abrazo que jamas podría terminar. 
Cada latido de mi corazón me dicto una frase:
-No te muevas...
-No te vayas...
-Mas fuerte...
-No llores...
-Bésalo...
-Sentilo.

Hace unos meses, en un cuadernillo nuevo que compre para escribirle a el, escribí:
"(...) Su abrazo me salvo.
Me salvo porque deseaba a cada minuto que extendiera sus brazos y volviera a abrazarme.
Me salvo porque creía no necesitar de los brazos de nadie y necesito con fervor los suyos.
Me salvo porque me enseño que no solo con letras puede ser demostrado el amor.
Y el me quería, me había dado cuenta, sus brazos ocultaron mi espalda de los monstruos que me siguen, me protegió, me abrigo, me embriago.
Y yo lo quiero tanto tanto...
que dejaría que me abrazara aunque me sintiera morir."



martes, 21 de octubre de 2014

Mi primer sueño feliz.

Vuelo, seré un sueño. Pienso en voz alta, tu nombre... tu nombre. Aquella estela de amargura desaparece del aire dejándolo limpio y liviano. Tu nombre y el olor rancio se desvanece y me deja respirar. Tu nombre y mi corazón vuelve a sonar, como nunca, como nuevo.
Si lo grito un milagro...
si lo susurro un beso.
Tu nombre... tu nombre.

Y temo perderlo, que este sueño se desvanezca como el dolor de mi cuerpo al sentirte cerca. Y yo se que nunca antes en esta vida había logrado desear con verdadero fervor ser parte de alguien, por eso me aterro y huyo lejos, tu nombre y vuelvo corriendo. No es que tenga miedo pero ¿Tu nombre? Allá guardado en el cajón de recuerdos que quiero seguir sintiendo aun después de mucho tiempo, por eso no te preocupes si me confundo, si te olvido, porque siempre estará ahí guardado donde yo puedo volver y puedo nombrarte y milagros y besos y vuelvo corriendo...
Por eso... no te aterres, yo se tu nombre, se quien eres, se de que estas hecho, y adoro cada pedacito que compone tu ser.

Vuelo, seré un sueño.
Si, pero...
Un susurro a lo lejos alcanza a sonar débilmente en mis oídos.
Yo te escucho y estas en mi habitación, llamándome, mi nombre... mi nombre.
Un beso en la esquina de un dolor...
y que lindo que es tenerte al despertar y saber que eres real, que puedo besarte, que tengo tu nombre en mi boca y puedo nombrarte, que puedo escribirte versos de amor y esperanza, que bueno poder abrazarte... que sueño vivo mas hermoso.





martes, 14 de octubre de 2014

Special needs.

Fue difícil entenderlo y aceptar que podría ocurrir en cualquier momento.
Hablo del beso.
De los abrazos.
Y las caricias.
Hablo de todo aquello que ahora tenemos.

Pero fue difícil, porque tuve que aprender una lección muy grande: "Aunque luches por ello, aunque realmente lo creas... a veces sencillamente no esta destinado a suceder."
¿Y que ocurrirá si, nuevamente, nosotros tampoco sucedemos?
¿Estoy hablando de los besos, abrazos, caricias y todo aquello que ahora tenemos?
No.
Estoy hablando del miedo.

Y vos sabes, amor, que soy miedosa y mi razón favorita para llorar es por amor, así que no te sorprenderá en nada leer algo así, pero por si acaso solo quiero explicarte que cada gota que resbale de mis ojos y ardan en la punta de mi pera serán solo por tu causa. Lo digo ya que entenderías que como tienes el control de hacerme llorar también puedes cambiar eso y hacerme reír, como siempre haces. 

Pero antes que nada quería escribirte que...
Quiero que me ames. 
Quiero que me ames.
Quiero que me ames...
Y quiero que cada segundo de tu vida este inclinado siempre a estar conmigo, aunque estés lejos o yo lo este, aunque estés ocupado, entender que cada segundo vale mucho si es para besarte. 
Abrázame fuerte, aunque llueva, aunque truene, aunque yo este incompleta y triste, aunque me rebalse el amor por todos los poros. Yo te voy a abrazar aunque seas fuego y me quemes, aunque seas frió y me congeles, aunque seas espina y me claves. 
Y una vez hice las cosas muy mal porque no debí haber insistido en que las cosas siguieran, no podía aceptar que todo se había ido a quien sabe donde, odiaba darme la vuelta y ver todos esos destrozos de los cuales nosotros eramos los causantes.
Pero... 
el que tengas esa actitud tan mía de "No pasa nada, lo charlamos", realmente me hace creer que puedo estar toda la vida tomada de tu mano y con tus labios en los míos; yo ya estoy cansada de creer que todo estará bien siempre y toparme con que en realidad a nadie le importa que me haya creido ese cuento, a nadie le intereso que estuviese todo mal, nadie quiso cambiar nada excepto yo que luchaba sola para poder seguir existiendo al lado de alguien al que no le importaba nada de mi.

Pero eso ya no importa, lo escribo solo para que entiendas lo que estoy por escribir:
Yo, que dije te amo millones de veces, que abrace mucho, que bese diferentes labios y olvide como era que te quisieran de verdad y sentir que realmente te están queriendo... hoy tengo ganas de hablar con la verdad.
Y la única verdad que conozco es que te amo.
Es que te quiero.
Te adoro.
Sueño con ser como Pulgarcita y vivir en la palma de tu mano.
Que te duermas entre mis piernas y despiertes entre mis brazos. 
Con besarte la boca hasta hacernos polvo juntos.
Arder en las llamas de una noche estrellada que para el Mundo solo para mirarnos.
Quiero que si estoy en el centro de la pileta pueda nadar hasta el borde de tu sonrisa y sostenerla con fuerza hasta poder salir. 
Deseo que seas mi compañero siempre.
Y quiero pelearte, quiero pelearte mucho para que ambos podamos crecer juntos, quiero conocerte mas y saber mas sobre vos, quiero que me hagas preguntas y que te enojes conmigo, quiero saber que a pesar de pelearnos y saber que no estuvimos solo en nuestros labios vamos a estar juntos.
Yo quiero.
Lo necesito. 
Te necesito...
Y te amo como solo a vos te puedo amar.  







miércoles, 8 de octubre de 2014

Un sol compartido

Nadie mas en este mundo podría convertirme en lo que soy ahora mismo, una completa entregada a vos y tus caprichos, un ser que solo quiere besarte hasta quemarse la boca y hacer que se funda en la tuya en un movimiento suave. Quiero que todos los días tus lagrimas y las mías se sequen de tal forma que hagan de nuestros ojos un desierto, porque no dejare que derrames ni una gota de dolor, no en mis brazos, no aquí en mis letras. Ojala el cielo descubra el secreto que esconden tus dedos, el por que hacen que tiemble tanto ante ellos, por favor... Mírame, mi alma es tuya, mi cuerpo es tuyo, mi futuro pertenece y vive en la orilla de tus ojos, así que cuídame porque tienes mi mundo en tus propias manos.



miércoles, 1 de octubre de 2014

Una frágil historia.

El había salido desde abajo de los escombros, había aprendido mucho a lo largo de su vida, desde decepciones hasta como saber cuando una situación se iba a salir de control tarde o temprano. 
En aquellos días donde el no era parte de mi lo veía como una persona a la que nada le faltaba ya que siempre sonreía y nos hacia reír a todos, a veces creía ver un abismo asomándose justo en el centro de ambos ojos, pero aparecía su risa incansable y me olvidaba del asunto; pero sobre todo me daba curiosidad porque no lo conocía y a la vez formaba parte de la mayoría de mis días. 
¿Es tan feliz como muestra?

Yo he pasado mas del cincuenta por ciento de mi vida en los rincones y siempre por razones distintas, por defensa propia, para que no me vean llegar y no me noten o simplemente por costumbre.
Hubo un momento, en el que el contacto físico me resultaba imposible, me hacia llorar y desconfiar del mundo que me rodeaba, inclusive de las personas que solo querían verme feliz. 
Yo me había quebrado. 
Luego de algunos años pude finalmente ser parte de algo, de alguien... e hice amigos a lo largo de estos años y comprendí que nadie podía hacerme completamente feliz y que las personas que nunca se habían quebrado como yo nunca iban a entenderme, solo dirían cosas como: "Eso debe sentirse mal"... 

Y un día hablamos por primera vez, ya no como alguien que siempre había estado ahí cerca, si no como una persona nueva que realmente no conocía. 
Yo no entendía porque de pronto le tenia tanta confianza, como si fuésemos los mejores amigos de siempre; sentí que podría contarle cualquier cosa, sea la que sea. Y eso hice. Le conté cosas que no había soñado con contárselas a alguien, y menos a el, el nuevo desconocido. Estaba serio y me hablaba con dulzura, contándome que el también estaba roto, yo solo sentía que podría quedarme con el toda una eternidad.

También hubo otra vez en la que nos encontramos y ya soñaba despierta con besarlo y dejar que me abrazara como siempre hacia, de sostenerlo aun por mas tiempo. Mi cuerpo se evaporo con ese abrazo que creía eterno, con esos besos que trataron y no pudieron, manos que temblaban al tocar uno de mis pelos, olor a vos a mi y a amores lejanos, de esos que solo escuchas el eco. 
Pero vos nunca fuiste un eco.

Siempre fuiste para mi un ser inalcanzable. 
Aquel sueño del que despierto y solo quiero volver a dormirme.
El sonido de un millón de gorriones que cantan tu nombre.
El fuego que quema lento y no deja cicatriz.
La ola que arrasa con todos mis pensamientos, llevándote lejos. 
El beso que sana cada grieta.
El llanto de unos ojos felices que solo desean vivir en tus manos.