lunes, 23 de marzo de 2015

A flor de piel.

Nunca voy a poder devolvértelo todo. Cada cosa que me das la guardo con cuidado para que no se rompa, cada momento que vivimos juntos lo recuerdo con felicidad, nunca voy a poder olvidarme de vos, jamas, nunca voy a poder arrancarme tus huellas, tus sonrisas, tus caricias... y tampoco es que quisiera hacerlo. No hay nada en estos mundos ni en los que quedan por descubrir que puedan hacer que yo te quiera menos, vos sos todo para mi, lo único que mis ojos pueden ver, lo único que puedo sentir. 

No quiero perderte.

miércoles, 18 de marzo de 2015

Prometido. Prometida. Una promesa.

No había nada en mi vida, pero yo, pero vos y todo ardía. Ni si quiera las cenizas se hicieron responsables de nuestro amor. Las lluvias repentinas invadieron todo lo que alguna vez pensamos que deseábamos, y vos bajo la lluvia, y yo bajo mi tristeza, y ese abrazo consolador que gritaba "Acá estoy con vos, por favor, basta, estoy con vos", y el cielo no abrió en dos sus terribles nubes y salio el sol, mi tristeza no se desvaneció, pero estoy con vos, estabas conmigo. Yo no necesitaba dejar de llorar, no necesitaba un sol que brillara sobre nosotros, no existe la naturaleza y tampoco las tempestades seguidas de mordidas al corazón, mientras tu abrazo puedo hacerme volver en mi, yo seré completamente feliz.

Por favor... que tu alma se enlace en la mía.



domingo, 15 de marzo de 2015

En un futuro...

Tu tienes el amor en tus ojos, lo vives, me miras y no puedo no reírme. Y hay tantas cosas que quiero hacer con vos, entre ellas quiero tenerte, cuidarte eternamente, abrazarme a vos con dulzura y besarte cada parte de tu cara. Quiero caminar agarrada de tu mano, quiero mirarte y descubrir que me estas mirando, ver una película y terminar en besos, ver un concierto y abrazarnos de emoción, conocer un lugar que nunca habíamos visto, viajar a ninguna parte y ser felices en cualquier destino.
Y en el futuro no me importa si tus deseos cambian, si tus manos se hacen mas grandes, si yo crezco un poco mas o si tu estilo se vuelve otro nuevo, porque cambiaremos pero nunca nuestros recuerdos, que son lo que nos une siempre de nuevo, lo que nunca nos dejara solos. Yo siempre te tendré, no habrá un día en el que no recuerde nuestra primera vez tomados de la mano como si hubiese sido ayer, no existirá ese día en el que no anhele abrazarte fuerte y que vos lo hagas, no importa si decidís afeitarte la barba cada vez que empiece a crecer; yo voy a mirarte nuevo, renovado, y vas a seguir estando ahí, el que se pone triste si me voy, el que sonríe mucho cuando estoy, el que me abraza con miedo a que si me suelta yo decida desaparecer. Y ahí estaré yo, mas alta (te lo aseguro), con otra cabeza pero seré aquella misma que no podía dejar de abrazarte en la noche, que recuerda tus besos con llanto y una extensa sonrisa.
Y en el futuro... cuando vos tengas que quedarte, cuando yo tenga que irme...
por favor, que tu Adiós este lleno de regresos, que tu boca este llena de mis besos.

martes, 10 de marzo de 2015

Otra noche sin dormir.

Lo oculto como puedo, pero siempre escribo sobre lo mismo, sobre las caras. Esas que bailan frente a mis ojos y yo me paralizo del susto y el sentimiento de remordimiento que me carcome. Y de nuevo en la mesa de luz, en la mesa donde dibujo, dentro del ropero, detras de la ventana y como era de esperarse asomandose por la puerta. Por eso mis noches son terribles, por eso solo creo que no tengo una cura, que no existe. 
Yo no puedo parar estos pensamientos, donde inclusive una simple foto de alguien se distorsiona en mi cabeza y me la imagino grotesca, oscura y hace que mi piel se erice. Son gritos. Los míos. Me aterra y trato de no pensar pero acá estoy, escribiendo de esto y haciendo un esfuerzo vano por no llorar, por no llamarlo para decirle que tengo miedo y que nunca crecí, que siempre fue una niña sola incluso de la mano de alguien, que nunca supe convivir conmigo misma y que necesito fervientemente arrancarme estas caras de la cabeza...
Ah, en el fondo, muy atrás de todas estas caras, esta la tuya pero nunca la veo porque mi cabeza seleccione las mas horribles por sobre la tuya. Creo que entiendo, que no necesito escribirlo aclarándolo porque ya lo acabo de afirmar, tu cara amigable, real, sin rasgos grotescos... es la peor cara de todas. 


Nuestra ruleta rusa.

Coches, eran coches.
Eran personas, transeúntes que nada veían, nada oían (o fingían).
Hacia calor pero sentía el frió que helaba mi sangre.
Mi cadera dolía, mis piernas temblaban (no supe exactamente si era del frió o del miedo).
Solo supe aguantar la respiración, verlo en cámara lenta, repasar todo lo ocurrido en sueños, en momentos, en pedazos, destruirlos y volver a formarlos, olvidar y volver a crear. Retorcerme una vez mas.

Y ahora sos vos ¿Donde estas? ¿Cuales son tus realidades? Decime si podes llorar, si te animas a reír otra vez, si la ropa que usaste hace apenas unos días ahora te parece tan pequeña, si tu corazón late a cada instante con miedo, con terror, con paranoia.

No hay razón para ocultarlo, cada noche sera una tortura... pero no todo estará mal, no si consigues desterrar ese dolor, mucho menos si sabes de quienes aferrarte. Solo mira hacia adelante, no hay nada mas por hacer.


miércoles, 4 de marzo de 2015

Es testarudo. A veces sencillamente no me comprende y sigue sin hacerlo en ocasiones. No sabe darse cuenta cuando finjo una sonrisa. El nunca supo hablar seriamente porque siempre quiso verme radiante aunque el día me mojara la cara.
Me heria sin darse cuenta. Le había dicho muchas veces que sus chistes sobre mi no me parecían graciosos y a veces me lastimaban pero el no recordaba mi petición y seguía riéndose esperando mi risa (que nunca llegaba). Solamente quiere estar conmigo... eso hace que yo me sienta bastante mal cuando no puedo ir con el, y eso causa su enojo y su tristeza.
A veces agarra su guitarra, su mate, sus canciones y sobro por un buen rato en el que su concentración pasa por encima de mi.

Pero no sabe decir mi nombre sin sonreír.

 El me toma de la mano y no hay mas nada que temer. Me espera, me sana, me mima tanto que a veces no puedo soltarlo, ama estar conmigo y yo amo estar a su lado. Adoro sus frases raras, esas que solo escucho salir de boca de el, sus besos apasionados, mis besos torpes que arruinan todo y el solo me mira y se ríe. ¡No puede evitarlo! El me mira y sonríe, parece brillar con luz propia...
Me abraza de una forma única, una forma en la que nunca había sido abrazada, el me hace sentir como en casa cuando me acurruco en sus abrazos. Su piel caliente alivia mi frió, lo amo, sus ojos solo pueden seguir mis pasos. Siempre estuvo mirándome, ayudándome y protegiéndome. Nunca tuvo malas intenciones conmigo, y si había un enojo de mi parte seguramente era un malentendido por parte mía. En el momento en el que mi cuerpo encaja con el suyo cuando nos acostamos juntos, yo puedo reír y llorar de felicidad, amo sus ojos, su boca, su suave pelo negro.
El es imperfecto, completamente imperfecto y gracias a eso puedo decir con emoción que lo amo como nunca creí que podría amar a alguien, como una loca.



Un grito, solo eso basto.

No...
No fue un golpe brutal. 
Tampoco fue una patada al estomago.
Mucho menos un cachetazo con el fin de reprender. 

No fue una tirada de cabellos 
que termino con ambas partes heridas.
No había levantado su mano en mi contra
para luego hacer un ademan de un golpe.

No era una noche de lluvia.
No corrió por toda la casa sosteniendo 
un cinto grueso en su mano.
No apretó fuertemente ninguno de mis brazos. 

El solo pego un grito, y otro,
y luego de ese vino otro y
millones de palabras desafortunadas 
llenas de odio llenaron la habitación. 

El solo grito...
pero grito tan fuerte, tan alto
que esa simple maratón de puteadas inservibles
se convirtieron en los golpes que mi cuerpo jamas podrá sanar.