Siempre y un poquito mas...

Mas que pensarte, me desvelo.

Planeo todo el día que prometimos pasar mañana.

Planeo el calor, la ida hasta el Club, 

planeo las cosquillas que me harás,

planeo las veces que te iras a nadar

y me dejaras esperándote agarrada de algún borde.

Planeo los besos, las manos, las sonrisas,

planeo el dilatar de tus pupilas después de escucharme

un "te amo" saliendo de mi boca.

Planeo las hojas que vas a avanzar

en ese libro que te regale

y que tanto te gusta.

Todas estas cosas sumamente insignificantes al ser unidas

conforman lo maravilloso de nuestros días. 

Por estas cosas a veces

mi corazón se estruja

cuando imagino destinos diferentes en nuestras vidas,

cuando siento la mínima duda,

cuando oigo mucho sobre la muerte,

cuando la ruta se vuelve tu peligroso hogar.

Yo de eso no quiero escribir

porque me deja un mal sabor de boca,

porque es mi mayor debilidad

y porque se que leerás esto.

Quiero que sepas que

de solo verte

mi corazón comienza a latir,

es la señal de que no estoy sola,

es la señal que estuve esperando toda mi vida y es

la razón por la que jamas voy a tener que seguir esperando.

Acá estas, te conozco y me conoces

y yo te quiero tal cual eres

y vos decís que me quieres desde mi maldad

hasta mi mas pura bondad.

No hay nada de que temer entre nosotros,

solo la crueldad del destino 

que tanto me duele.

Te amo

y si pudiera estar un segundo mas

viviendo al lado tuyo

haría lo que sea que me pidan,

reviviría terrores, temores y pesadillas,

comenzaría a creer en Dios, en el Diablo

o en quien haga falta creer

para tenerte solo un minuto mas

agarrado de mi mano.

No puedo soportar la idea de tu no existencia,

esto mismo hace que pueda soportar con mucha facilidad 

el encontrarme lejos tuyo

porque me consuela el hecho de que al volver

tus pulgares van a encontrarse con mis mejillas

y mis labios encontraran su hogar. 

Sabes que en mi siempre

vas a poder vivir

y yo se que en tu corazón

entra todo mi amor y mas...

Por eso adoro

todo lo que escondes y todo lo que muestras,

te adoro para siempre y un poquito mas. 

"Brillas y yo me pongo al lado, al menos me brilla el costado, que es más que no brillar."

Todas mis lunas de tus noches

Llegaste sembrando la vida en lo inerte
amando de a poco
cada pedazo de mi mente.
Mis botones desprendiste,
me hiciste delirar mas de mil veces
en una sola noche
con el tacto de tus palabras.
Las veces que decías mi nombre
antes de nosotros,
parecía una blasfema
de esas que queman tu estomago,
pero ahora me alegro
cada vez que oigo
que mi nombre se ha convertido
en tu gemido,
ahora puedo decir que
cada vez te escucho mas fuerte
y mis ojos se salen de sus órbitas
esperando que repitas a viva voz
todo lo que estas sintiendo,
con mi nombre sobre tu pecho.
Detengo mis pensamientos
no se ni donde estoy cuando te tengo,
cada vez duele menos que ayer
y mis sentimientos se van... corrompiendo.
Las escaleras se incendian,
estamos solos y no te puedes ir
que mas querría yo para mi
que te quedaras toda la noche
atrapado en un sin fin
de piernas y sabanas.
La cama da vueltas,
y tu espalda...
iría al mismísimo infierno bailando
por poder tocarla.
Reviviendo el tiempo a besos,
el calor de tu cuerpo,
volviéndome loca con tu mirada
con el sube y baja de tu pecho...
Me enervas,
me desarmas,
y me conviertes en una mujer
digna de disfrutar lo que es vivir
con un hombre de tu calibre.

Después de la lluvia, tal vez...

Me secaba las lágrimas y me besaba el cuello; me recorrían una y otra vez sus ojos, arriba y abajo; así me desnudaba, único, abandonando el uso de las manos. 
Por quitar me quitaba hasta la respiración para después descubrir, también él, su alma. 
Lo abrazaba fuerte, le contaba el por qué de mis lloros y él me miraba de nuevo, me recorría y después me acercaba hacia si haciendo que me sintiera suya pero dueña de mi al mismo tiempo. Me abrazaba y, conectados, solo nos sentíamos el uno al otro. 
Hablaba tan bajo que parecía no querer decir nada concreto, solo hacer notar su voz y, muchas veces, sus palabras quedaban inconclusas cuando él se cansaba de no poder evitar interrumpirlas con suspiros. 
Acercaba su cara a la mía y, sollozando o no, gemía, y él respiraba mi dolor haciéndolo suyo para que yo me sintiese bien, o al menos sosegada. 
Entonces aquel sentimiento que hubo sido mio resbalaba por esos ojos seguros que antes me habían examinado y le bañaba el rostro mojando descaradamente su mentón de terciopelo, resbalando. 
Y entonces yo, haciéndole saber, le besaba las lágrimas y le secaba el cuello.

La razón esta escondida en alguna parte, pero es muy doloroso como para escribirlo.

Te amo:
Es absurdo la infinidad de veces que lo he dicho.
Mil veces mas absurdo es la cantidad de veces que he escrito esta pequeña y poderosa frase.
Yo hablaba del amor como si hablara del aire, sencillo, fugaz, un sentimiento tan latente que suele destrozar un poco el alma. Pero solo hablaba del amor. No eras vos, ni era él, ni era el otro, ni ese aquel...
solo hablaba del amor como un sentimiento que podría caerme del cielo, que podía vivir y adorar.
Es estúpido porque hace mucho deje de escribir sobre el amor para comenzar a escribir lo que amarte me causa. Tanto tiempo perdida, tanto tiempo queriendo entender algo tan importante, tanto tiempo escribiendo sobre piel, sobre calor, sobre las manos, el pelo, el aroma de tu cuerpo...
Ahora que siento  todo eso de lo que antes solo escribía, no se como hacerlo.
No me imaginaba que mi vida se vería tan diferente a causa tuya.
Y es que ¿Como puedo explicar lo que me causan tus labios cuando aterrizan sobre la faz de mi espalda? ¿Como puedo escribir sobre todas aquellas veces que con solo mirarme a los ojos me haz hecho llorar de amor? ¿Como puedo describir la sensación que me da tu tacto, el sentimiento que me causa abrazarnos?
No puedo imaginarme nada igual, nada distinto.
Quiero vivir así para siempre. No quiero que te vuelvas alguien descriptible, no quiero que nuestro amor pueda describirse en palabras, no hay maneras de decirte todo lo feliz que me haces, así que solo tienes que mirarme.
Te amo:
Es absurdo la infinidad de veces que lo he dicho. Mil veces mas absurdo es la cantidad de veces que he escrito esta pequeña y poderosa frase, nunca llego a ninguna parte escribiendo sobre vos y sobre mi, sobre nosotros. No hay palabras para describir todo aquello que sos, para describir tu existencia, tu luz y tu alma. No hay palabras para describir porque mis lagrimas salen cada vez que me miras a los ojos. Te lo ruego, te lo ruego desde el fondo de todos nuestros recuerdos: Nunca desaparezcas.

Rostros que gritan.

Voy a pintar porque no queda nada mas que imaginar, solo propuestas que el 

alma no quiere responder, solo vientos de tormenta que no me dejan dormir. 

No quedo nada mas que silencios. O no. Tal vez lo que hace que siga despierta es 

todo el ruido que genera mi cabeza. 

Voy a pintar porque es todo lo que puedo hacer ahora, no puedo leer, no puedo 

escribir, no puedo pensar. Aun tengo mis manos, tiemblan un poco pero el pincel

y el color verde lima del acrílico las calma, el sonido de la música comienza a 

llegarme cada vez mas, es una canción que conozco pero no recuerdo la letra,

solo la tarareo despacio, no quiero que ningún ruido provenga de mi cuerpo

porque el reencuentro me asusta, pero aun así termino olvidando este miedo

irracional y empiezo a cantarla. Duele un poco al inicio, pero comienzo a perder 

la inestabilidad con la que comencé a escribir.

Estoy empezando a sentir lo que hago, lo que escucho, lo que estoy cantando.

Las lagrimas se amontonan pero no las dejo salir, no valen nada, son solo

lagrimas de defensa, lagrimas que salieron porque mi cuerpo se siente adolorido

pero no es nada de lo que preocuparme. 

Todo el tiempo estuve tratando de pintar una cara. 

¿Quien es? Mi cuerpo tiembla con la pregunta pero no puedo responderla, solo

puedo decir con exactitud que simplemente es una cara.

¿Que cara? Eso ya no importa, en realidad, nada sobre este dibujo importa. Lo 

único importante es que no dibuje ninguna cara conocida, viene todo de mi mente,

por eso es la peor cara de todas. 

Porque salio de mi.

Porque salio de mis sentimientos.

Y porque no quiero volver a verla nunca mas. 

Porque acaba de cambiar.

Porque no es la cara que yo quería dibujar.

Y porque me mira con ojos que ya he visto antes en alguna cara conocida. 

Pero la verdad es que...

ya no quiero volver a pintarla.