sábado, 19 de mayo de 2018

Lugares encantados de fantasmas


Cada paso que avanzo lo retrocedo cuando vuelvo a sentir
aquel olor a tierra mojada.
Ni si quiera esos brillantes amaneceres
pueden salvarme esta noche, 
aunque yo tuviera una capa de invisibilidad, aunque me encierre para siempre
en estas cuatro paredes.
Nada me aleja lo suficiente de vos.
Todo aquello por lo que tanto espere, los kilómetros que
tuve que recorrer para encontrar, otra vez, un hogar.
Tu existencia tan presente en mi vida me arrebato todo,
desde la voz hasta el calor de una cama abrigada.
Quiero correr y huir de vos pero no existís, sos un ente
que vaga en cada rincon de mi alma y me deja helada,
partida en dos y a la espera de que ambas partes de mi se destruyan entre si.
No tengo nada para darme a mi misma,
ya no tengo palabras de aliento. Todo lo que podría haber hecho por mi lo hice,
fui feliz, pero lo que mas me duele ahora es haber creido inagotable aquella felicidad.
Me equivoque, volver a este lugar es algo que no puedo no hacer,
y siempre que al volver me reconozco cerca de vos,
cerca de ese papel de nena asustada que tanto protagonice,
siempre que vuelvo de nuevo a esta habitación termino llorando.
Sos esa espina en mi ser que jamas va a desprenderse de mi,
tengo tanto frió y odio dentro de mi y no puedo nada mas que hacer de esos sentimientos un bollito y esconderlo en algún otro lugar hasta que vuelvan a salir antes que el sol.
Quiero alejarte pero no podes estar mas lejos que esto y aun así, aun así yo no puedo soportar volver a pisar este lugar.
Para mi esta quemado, es polvo negro, volver a la escena del crimen, volver al lugar que te vio caer y cayo con vos, encima de vos, y riéndose. 
No quiero volver jamas.