jueves, 12 de diciembre de 2019

en el hipotetico caso de ser real

¿a donde vamos cuando decimos que no queremos estar en ningún lado?
Quienes son los que mantienen nuestros pies helados
aquellos que saben como mover los vientos
para después esconderse bajo tierra.
¿De donde salieron tantas verdades?
¿cuantas historias seran mentira?
las batallas ganadas, a veces, 
son en las que mas perdedora me sentí. 
Si pongo un pie fuera, 
si mi alma se repite como un bucle, 
cada vez mas revuelta y dura
como la comida que uno intenta forzarse a tragar
cuando no tenemos hambre,
¿que podre yo desear?
Pense por tanto tiempo que mi salvacion
era quebrantar mi propia voz
cuando ser escuchada era una tortura
¿a quien escucho yo?
¿realmente tengo algo que decir
o solo quiero sentir que alguien estahi para escuchar?
y si escucha, ¿que pensara?

ahora entiendo que hablar es como una soga colgando del cuello,
la inminente palabra, al borde de dejarte sin habla,
pujante, doloroso
como una erección. 
Como escuchar culpas que son tuyas, dicen, tuyas,
reivindicar lo que siempre habias creido que era tuyo
-mas bien, te hicieron creer-
tan impersonal, 
¿Si no soy este pedazo de culpa, quien soy?
¿puede esta culpa ser mia, por favor?
Si no, quien seré,
duele no saberlo.
Quizas este vidrio partido, ademas de arrebatarme mi humanidad
pueda entender mejor mi piel que yo misma.