lunes, 6 de julio de 2020

17 de Diciembre

Las olas rompen lento en un paso continuo hasta tus pies,
tan claras como tu piel.
Si me levanto para verte, manso, inerte,
quizás rompa con nuestro sentir tan unilateral.
La arena entre los dedos despierta mis recuerdos de un viento lejano, cuidadoso,
si tan solo me permitiera respirar.
Con el mar de frente me imagino un acantilado
donde mirar hacia abajo rompa mi sereno porte,
las olas me arrastrarían lejos,
como un sueño.
Si miro de nuevo ese agujero enorme,
podría desear tirarme,
aunque sigo estando sola,
mis pies no pueden dar el paso restante.
Yo nunca desee morir,
siempre quise renacer,
volver a intentar todo de nuevo.