lunes, 26 de octubre de 2015

¿Cual maldad?

Todo el día tuve la sensación de estar perdiéndome de algo importante.
Algo olvidado.
Algo que no podía recordar fácilmente, los días no me ayudaban en nada, solo pasaban
volando como hojas, se perdían entre todas y perdían su valor de únicas. 

Toda esa semana, tuve la sensación de perdida, tuve cólera
muchos escalofríos recorrieron mi cuerpo y yo simplemente
los mande a dormir.
El hormigueo en la punta de mis dedos me indicaba que algo había perdido,
algo importante que no debería haber perdido
algo que no debería estar olvidando tan fácilmente, 
algo que quizás,
 no quería admitir. 

Una noche me basto para reconocer que era. 
Una noche...
Desperté, creyendo que todo estaría ruidoso, muy oscuro, 
algunos gritos de bienvenida al nuevo día, una pequeña luz que entraba por la ventana
que me dejaba ver la ciudad,
 una cama dura... 
Pero nada. 
Había un silencio glorioso, esos silencios que uno agradece, la luz entraba en toda la ventana que daba a la calle, de vista mi barrio, la calidez de dormir en mi propia cama otra vez, y como un combo extra, 
un beso para despertar. 

Quise llorar. 
Quizás porque hasta ese momento no me había dado cuenta
de lo tanto que
había extraño
lo que todos llaman "hogar",
aquello que muchos tienen pero no lo aprecian,
aquellos que lo anhelan en las mas frías soledades, 
era completamente mio. 
Un hogar.