martes, 27 de enero de 2015

Pienso en todas esas veces donde hubo un golpe seco, donde quizás no sangro la herida pero jamas cicatrizo. Pienso en ese instante en el que todo estaba bien, donde el aire se sentía suave y liviano y al siguiente segundo todo era negro y lagrimas.
¿Donde quedo la felicidad que siempre soñamos? ¿Donde hay un lugar para cada silencio que dijo de todo? ¿En que lugar de mi cuerpo puedo esconder todos estos golpes?
Ojala algún día encuentre al silencio y pueda por fin preguntarle porque solo sabe gritar.


viernes, 23 de enero de 2015

No puedo.

Me duele mucho mi estomago, o mejor dicho: tengo las tripas revueltas. Mi cabeza no escucha nada porque es la segunda parte de mi cuerpo que me duele, y así empiezan siempre estos momentos que ocurren con frecuencia, comienzan con:

Nauseas.
Dolor de panza.
Dolor de cabeza.
Ganas de llorar.
Sentir que voy a vomitar.
O, en su defecto, ausencia de sentimientos.


Pero estoy acostumbrada a eso, ya que normalmente suele ocurrir como mínimo una vez al mes.

¿Su origen?
Mis recuerdos.
Ese lugar en el que no puedo hacer nada y no puedo moverme, donde me veo y ya se que va a pasar porque repetí esa escena en mi cabeza mil veces por noche. Mis recuerdos, un lugar donde ni yo ni nadie de acá afuera puede actuar, donde estoy yo... donde no se si soy yo pero me veo, donde no importa cuanto quiera o trate de hacer. Yo no puedo cambiar el pasado.
Y nadie puede.
Así que porque afligirme ¿No?
Eso es por lo que tanto he estado luchando durante tanto tiempo, tantos años. Leyendo cosas incansablemente, informándome a cerca de mi, de el, de mi situación y de que puedo hacer para hacer que mi pena sea imperceptible en mi vida, donde trato y trato y trato ferozmente de aceptar lo ocurrido y no volver al punto de partida nunca mas...
Pero no puedo cambiar mi pasado.
Así una vez al mes, minimamente, lo observo con un sabor agrio en mi boca que siempre me recuerda que hice lo que pude...
pero fui tan débil.




miércoles, 21 de enero de 2015

Noche de letras.

Segundos... pasan frente a mis ojos y no puedo detenerlos, me hundo. Levanto mi mentón y busco algún anhelo, algo que me haga vivir. Y cuando lo encuentro, mis manos alcanzan tu cara y la acarician, la desean con felicidad y mis ojos brillan; en esos momentos yo se que la vida me pasa por arriba, pero también se que a veces, frena, no del todo como para detenerse, pero va al ritmo de mis pasos, camina junto a mi.
Así me siento cuando estoy agarrada de tu mano... segundos, uno a uno se van yendo y yo sostengo tu mano buscando la manera de hacerlo en la eternidad, una eternidad que no existe para nosotros... pero no podemos dejar de decir "Siempre"...
Por eso yo, que se cuan rápido vuela el tiempo, te agarrare de la mano apenas sienta el deseo de hacerlo, te besare con dulzura y con fervor cuando yo quiera, te abrazare fuerte cuando eso sea lo único que necesite. No quiero perder mas segundos. Así que todo lo guardo acá, en letras, en deseos, en tus labios...

Tu, mi segundo de felicidad que nunca termina, que siempre vuelve, que todo el tiempo y constantemente me besa en la boca y grita amarme. Tu, mi segundo de gracia, ese momento donde soy yo y nadie mas, donde no solo todo gira en mi sino que yo también giro en círculos, feliz, radiante. Tu, mi segundo de amor que se me hace difícil parar, el reloj que marca tu partida y eventualmente la mía, pero aquí estamos... creyendo que podemos controlar el tiempo y que un beso mas es un segundo muy importante en nuestras vidas...
Por eso, yo que te amo, quería decir que no importa cuantos minutos sean, aunque solo sean cinco minutos para vernos, VEN, IRÉ, porque en esos cinco minutos quien sabe cuantos segundos de amor podría haber.


lunes, 12 de enero de 2015

Aquí.

En mis ojos te se, te siento.
Eres tu, eres viento.
Calor intenso y sensibilidad,
un atardecer para mirar.

Si quieres puedes venir
a ver como cantan los grillos,
como brillan las luciérnagas
y como mis ojos gritan esperanza.

Pero si no quieres,
si no vienes...
yo te espero aquí sentada,
aquí aturdida, aquí olvidada.

Amor te vas y yo te sigo,
no importa a donde, no importa como.
Mis sentimientos se hunden en el rió
y tu vuelves a salvarlos, amor mio.

Por eso, yo siempre te espero
sobre esta piedra, a la altura del atardecer.
Aquí, justo aquí...
es mi lugar favorito para amarte.


lunes, 5 de enero de 2015

Nido de huesos.

Ella era toda palidez, caía constantemente así que jamas pudo aprender a subir o levantarse sola, tal vez porque alguien le impedía subir y termino creyendo que era malo, tal vez porque no creyó que podría subir. Ojala yo pudiera decirle que se equivoco y enseñarle... pero para algunas cosas ya es demasiado tarde. 

"En los casos en los que se guarda silencio es muy difícil restaurar después el equilibrio de la persona".

Un instrumento. Así me soñé durante muchos años, los especialistas dicen que es normal olvidarlo, que es normal el silencio, que son normales las miles de secuelas. Pero esto no puede ser llamado normal. No puedo huir, y vos tampoco. No podemos rectificar el pasado. 
No podemos volver a el y hacer todo de nuevo. Eso es lo mas triste, eso es lo que mas duele.
Tus piernas se mueven pero no hay camino bajo tus pies, tus ojos lo observan todo pero no hay nada para mirar, tu voz quiere gritar pero nadie esta para escucharte...
Pero tranquila... los especialistas te miraran a los ojos y dirán que es normal. 
Normal.
Normal como mirar un objeto punzante con amor.
Normal.
Normal como olvidar toda tu infancia para oprimir el dolor.
Normal.
Normal como ser tratado como objeto para satisfacer a alguien mas.
Normal.
Normal como mirarte a un espejo y no reconocerte.
Normal.
Normal  como querer huir del mundo cada día.
Normal.
Normal como la falta de voz.
Normal.
Normal como ver la forma en la que tu piel se comienza a romper.

Normal... normal como las millones de pesadillas que tendrás, las mil y una lagrimas que derramaras tirada en la cama porque te duelen hasta los huesos, los gritos sordos a la almohada que sera la única que escuchara tu historia, el corazón acelerado y lento y acelerado y lento que solo sabrá ir marcha atrás, la canción que escuchaste solo una vez en tu vida y nunca la volviste a escuchar porque sabes que cantan tu vida, la espina que vivirá clavada para siempre en tu mente...
Normal,  para nosotras normal.






Después del amor.

Cuando sonreís yo sonrió, cuando me ves yo te miro, cuando te reís yo me río y todo el día parece sonreírnos.
Y luego solos.
Solos.
Y quien sabe si en algún momento reímos y sonreímos. El día nos llueve sobre la cabeza, la casa comienza a desmoronarse a pedazos, las calles que caminas parecen barro entre tus dedos y el sol sofocante te mantiene quieto en el lugar del que quieres huir.
Por eso yo me aferro a vos, que cuando te miro no sonreís pero tampoco lloras, y es por eso que vos te aferras a mi, porque yo no sonrió y tampoco lloro, un abrazo... dos abrazos... tres abrazos...
y reímos mientras lloramos.
Amor, no hay forma de describir los primeros meses que pasamos juntos, felicidad pura, tu felicidad, mi felicidad, y luego vos, el real, el que llora y se pone triste, y yo, la real, la que grita y llora mucho, pero así somos, y así seremos el resto de nuestras vidas, por eso cuando llores ten por seguro que yo consolándote también llorare, porque a mi no me importa si tenes un problema acá o si tenes un problema allá, yo te conocí frágil y fuerte, yo te vi poderoso y dulce, yo desee ser tu fuerza y tu debilidad, no importa que tan solo quieras o pienses que necesitas estar... yo SIEMPRE voy a tener un abrazo para tu corazón.